martes, 29 de noviembre de 2016


EL HELADO COMO ALIMENTO:


El helado es bastante más que un postre o un capricho veraniego, pues juega un papel importante en la alimentación, desde el punto de vista nutricional, dada la riqueza de sus ingredientes. El helado es un alimento completo, importante en toda dieta variada y equilibrada. Con el objetivo de ampliar la información del profesional de la heladería respecto a las propiedades nutricionales del producto que elabora, y saliendo al paso de los no pocos prejuicios que existen en torno al helado, recogemos en estas páginas un interesante artículo, resultado de la investigación de las biólogas nutricionistas Enma Cardús y Rosa Vega.
El helado es un buen complemento de cualquier dieta alimenticia. Por su composición y contenido calórico se adapta perfectamente a la alimentación tanto de verano como de invierno. En verano nadie se resiste a la tentación, ¿y en invierno?.
Para combatir el frío se precisa una alimentación rica en calorías y proteínas, y los helados las aportan de una forma equilibrada y sabrosa. Además, los helados contribuyen a la hidratación, combaten la sequedad de las vías respiratorias, facilitan la digestión y crean una sensación de bienestar. Todas estas características hacen del helado un producto adaptable a todas las edades y dietas. Niños, deportistas y ancianos pueden encontrar en él una forma agradable de alimentarse.
Los helados son una buena opción de postre y merienda para todos los niños, en especial para aquellos que no les gusta la leche. Son excelentes para los ancianos con problemas de masticación por su textura suave y cremosa, de modo que también llegan a ser un aliciente en su alimentación. Para los deportistas son una fuente rápida de energías y nutrientes.
En general, el helado debe formar parte de nuestra alimentación regularmente, como complemento de una dieta variada.

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